Mapa del mercado CAEs: dónde se están generando más oportunidades por comunidad autónoma
Evolución del mercado CAEs en 2025
El sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) comenzó a funcionar en 2023, pero ha sido en 2025 cuando se ha producido su verdadera consolidación como instrumento de eficiencia y descarbonización. El crecimiento en volumen de solicitudes y ahorro verificado demuestra que el mercado ha alcanzado una masa crítica y que tanto empresas como administraciones han aprendido a manejar sus complejidades técnicas y administrativas.
En los primeros meses de 2025 se observó un incremento constante en las solicitudes registradas, con un volumen de ahorro asociado que pasó de unos cientos de GWh a finales de 2023 a varios TWh acumulados en el primer semestre de 2025. El dato es relevante no solo por la magnitud, sino también por la velocidad del crecimiento: cada mes se incorporan decenas de nuevas actuaciones, tanto estandarizadas como singulares, que evidencian un interés creciente de la industria y del sector terciario.
En paralelo, el precio medio del CAE se ha mantenido relativamente estable entre 115 y 140 €/MWh. Esta estabilidad aporta confianza a los agentes del mercado y convierte los certificados en una herramienta predecible tanto para los sujetos obligados como para los propietarios de los ahorros. El equilibrio entre oferta y demanda ha permitido que las empresas planifiquen sus proyectos de eficiencia con una perspectiva de retorno razonable.
En 2025 también se aprecia una mejora en la calidad de los expedientes. Si bien en 2023 y parte de 2024 se registraron rechazos significativos por errores de planteamiento o incumplimientos técnicos. Mientras que, en 2025, el porcentaje de solicitudes favorables ha crecido de forma notable, reflejando la madurez del mercado y el aprendizaje acumulado.
En conjunto, el mercado CAE en 2025 se presenta como un ecosistema en expansión, más profesionalizado y atractivo económicamente. Los próximos apartados del análisis muestran que este crecimiento no es homogéneo: existen claras diferencias entre sectores y comunidades autónomas, lo que convierte al mapa territorial en la clave para identificar las oportunidades reales de negocio.
Sectores participantes y tipología de actuaciones
Aunque el sistema está abierto a todos los sectores, la experiencia de 2025 confirma que la industria es el verdadero motor del mercado CAEs. La mayoría del ahorro procede de proyectos industriales vinculados a procesos térmicos, modernización de líneas de producción o integración de tecnologías de recuperación de calor. La escala y la intensidad energética explican su protagonismo.
El transporte ocupa el segundo lugar, con iniciativas de electrificación de flotas, eficiencia logística y renovación de equipos auxiliares. El sector terciario participa con menor peso, centrado en alumbrado, climatización y gestión de edificios. En el extremo opuesto, el residencial apenas contribuye: los costes iniciales y la complejidad administrativa hacen que los CAEs resulten poco atractivos, pese a la urgencia de impulsar la rehabilitación energética para cumplir los objetivos del PNIEC 2030.
Conviene distinguir entre actuaciones estandarizadas —basadas en fichas del MITECO, fáciles de replicar y mayoritarias— y proyectos singulares que, aunque minoritarios, aportan la mayor parte del ahorro. Estos últimos suelen ser inversiones industriales de gran escala que logran reducciones muy superiores.
En definitiva, el mercado CAE combina volumen administrativo en pequeñas actuaciones con un número reducido de proyectos singulares que concentran el ahorro efectivo y marcan las mejores oportunidades de negocio.
Análisis regional: comunidades líderes y emergentes
La distribución territorial de los CAEs en 2025 muestra un mapa desigual, pero lleno de oportunidades. Aunque todas las comunidades autónomas participan en el sistema, los datos de balances oficiales del MITECO reflejan que el peso real se concentra en unos pocos territorios. Madrid, Galicia y Cataluña encabezan la generación de ahorro certificado, mientras que Castilla y León, Andalucía y la Comunidad Valenciana ocupan posiciones intermedias, con un margen de mejora evidente. Al mismo tiempo, comunidades como Extremadura o País Vasco demuestran que, incluso con un número reducido de expedientes, es posible alcanzar cifras de ahorro medio muy superiores a la media nacional gracias a proyectos singulares.
Madrid: primer mercado en solicitudes y ahorro
Madrid es el principal mercado de CAEs en España. En el primer semestre de 2025 acumulaba el mayor número de solicitudes registradas y un volumen de ahorro superior a los 600 GWh certificados.
Este liderazgo responde a su alta densidad de actividad industrial y terciaria, que facilita tanto actuaciones estandarizadas (iluminación, climatización, envolvente en edificios) como proyectos singulares de gran impacto (modernización de procesos industriales, recuperación de calor, electrificación parcial de instalaciones). Además, Madrid concentra un gran número de sujetos obligados y delegados, lo que favorece la tramitación y comercialización de los ahorros.
Con esta combinación, la región no solo lidera en cifras absolutas, sino que se ha convertido en un mercado maduro, diversificado y con alta liquidez.
Galicia: grandes proyectos singulares y alto ahorro por actuación
Galicia se sitúa entre las primeras posiciones en volumen de ahorro certificado, con cifras que rondan el medio TWh acumulado en el primer semestre de 2025. La clave está en el alto ahorro medio por actuación, que multiplica varias veces la media nacional.
Este rendimiento responde a la especialización en proyectos singulares de gran escala, especialmente en industrias papeleras, madereras, automovilísticas y agroalimentarias. Estas compañías han invertido en modernización de procesos térmicos, sustitución de calderas y aprovechamiento de biomasa, logrando ahorros que superan con creces a los de medidas estandarizadas.
Galicia demuestra cómo un número limitado de proyectos estratégicos puede situar a una comunidad en posiciones de liderazgo dentro del mercado CAEs.
Cataluña: segundo polo industrial y dinamizador del mercado
Cataluña es el otro gran epicentro del sistema. Con varios centenares de solicitudes y un ahorro acumulado que ya supera el umbral de los 400 GWh en 2025, se consolida como uno de los principales polos junto a Madrid y Galicia.
Destaca por la diversificación de su tejido industrial —automoción, química, textil, metalurgia y alimentación— y por el impulso del sector terciario, especialmente en hospitales, universidades y edificios públicos.
El Institut Català d’Energia (ICAEN) ha jugado un papel diferencial como gestor autonómico, facilitando la difusión y el acompañamiento técnico a empresas y administraciones locales.
Castilla y León: peso industrial y papel activo de la administración
Castilla y León figura entre las comunidades con mayor número de expedientes presentados en 2025. Aunque su volumen de ahorro aún no alcanza el de las regiones líderes, la tendencia apunta a un crecimiento constante.
Su mix industrial (automoción, agroalimentación y química) impulsa proyectos de recuperación de calor, sustitución de calderas por biomasa y cogeneración eficiente. La Junta de Castilla y León, como gestor autonómico, está desempeñando un papel activo en la difusión del sistema, lo que refuerza la participación empresarial.
Comunidad valenciana: alto número de solicitudes, bajo volumen de ahorro
La Comunidad Valenciana registra un volumen elevado de solicitudes, pero el ahorro certificado se mantiene en cifras modestas respecto a su peso económico. La mayoría de los expedientes corresponden a actuaciones estandarizadas de pequeña escala, lo que limita el impacto global.
El reto es activar proyectos singulares en sectores con gran potencial como la cerámica, la construcción y la agroindustria, que podrían multiplicar el ahorro registrado. La clave está en la profesionalización y mayor difusión del sistema, que permita a las pymes acometer proyectos de mayor envergadura.
Andalucía: crecimiento progresivo y diversificación de proyectos
Andalucía se posiciona en el grupo intermedio-alto del mapa CAE. En 2024, certifico más de 40 GWh de ahorro anual, generando ingresos muy significativos para los propietarios. En 2025 la tendencia es ascendente, con un mayor número de solicitudes y actuaciones diversificadas.
La región combina proyectos singulares en biomasa e industria agroalimentaria con un volumen creciente de medidas estandarizadas en edificios públicos y pymes. La Junta de Andalucía ha asumido un papel dinamizador, promoviendo la participación de actores locales y fomentando proyectos de mayor impacto.
Otras comunidades emergentes
Otras comunidades empiezan a destacar por la calidad de sus proyectos singulares. En Extremadura, el ahorro medio por actuación se sitúa claramente por encima de la media nacional gracias a proyectos de biomasa y secado agroalimentario.
El País Vasco sigue un patrón similar, apoyado en industrias de metalurgia y química avanzada, con valores de ahorro por proyecto que duplican los de otras regiones.
En Murcia, el peso del sector agroalimentario impulsa expedientes ligados a refrigeración y conservación, mientras que Castilla-La Mancha comienza a aprovechar el sistema con proyectos en plantas de transformación alimentaria y bioenergía. Aunque aún con pocas solicitudes, estas comunidades evidencian un potencial considerable para crecer en los próximos años.
Oportunidades del mercado CAE en 2025
El mercado de CAEs en 2025 ofrece oportunidades económicas y estratégicas para empresas, administraciones e inversores. La primera es el propio crecimiento exponencial: en solo dos años ha pasado de cifras testimoniales en 2023 a más de 3 TWh de ahorro certificado acumulado a mediados de 2025, según los balances oficiales del MITECO.
En segundo lugar, los CAEs se han consolidado como un activo rentable. El precio medio de transacción se ha mantenido estable entorno a los 115–140 €/MWh, proporcionando a los propietarios ingresos adicionales que mejoran el retorno de sus inversiones. En comunidades como Andalucía, los proyectos certificados en 2024 generaron decenas de millones de euros en ingresos agregados, según datos de la Junta.
Los proyectos singulares son otra gran oportunidad que, aunque exigen inversiones más elevadas y procesos de verificación más complejos, generan ahorros muy superiores y multiplican la rentabilidad frente a las actuaciones estandarizadas. Galicia demuestra que unos pocos proyectos estratégicos bastan para situar a una región en el liderazgo nacional.
Además, los CAEs pueden combinarse con subvenciones nacionales o fondos europeos, como el Fondo Nacional de Eficiencia Energética o los programas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta doble vía de ingresos refuerza la viabilidad financiera de los proyectos y permite atraer capital privado. Finalmente, la consolidación de sujetos delegados especializados abre espacio para la profesionalización del mercado: aquellos que sepan gestionar expedientes con rigor técnico y visión estratégica podrán capturar una cuota creciente en este nuevo ecosistema.
Desafíos y riesgos para el desarrollo del sistema
Pese a sus avances, el sistema CAE todavía afronta desafíos relevantes. El primero es la complejidad administrativa. La tramitación exige justificar ahorros con metodologías oficiales y, en 2025, alrededor de un 10 % de las solicitudes fueron rechazadas y más de un 10 % de expedientes cerrados no llegaron a generar certificados, según balances de MITECO.
Otro reto es la desigualdad territorial. Mientras Madrid, Galicia y Cataluña concentran gran parte del ahorro, comunidades como la Valenciana, están aún por debajo de su potencial. Esta brecha puede generar un mercado poco equilibrado si no se refuerza la difusión y el acompañamiento en regiones rezagadas.
También, la baja participación del sector residencial con apenas un pequeño porcentaje de solicitudes sobre el total. Esto obliga a diseñar mecanismos complementarios —como subvenciones directas o financiación blanda— para que el CAE pueda contribuir a los objetivos de rehabilitación energética fijados en el PNIEC.
Finalmente, existen riesgos asociados a la evolución del precio de los CAEs, que depende de la oferta y la demanda, y a la caducidad de las actuaciones, que obliga a planificar nuevas inversiones periódicamente para mantener las obligaciones de ahorro. La futura introducción de subastas nacionales, ya anunciada por el Gobierno, podría modificar el equilibrio de precios y será un aspecto clave a seguir de cerca.
Ipsom: el socio experto en el mercado CAE
En 2025, el mercado de CAEs ha dejado de ser un proyecto incipiente para convertirse en un instrumento consolidado de eficiencia energética y descarbonización. Su crecimiento, tanto en solicitudes como en ahorros certificados, confirma que se ha convertido en una palanca económica real para empresas y administraciones.
El reto no es solo identificar oportunidades, sino saber cómo transformar cada proyecto de eficiencia en un activo económico real dentro del sistema. Aquí es donde ipsom aporta valor: acompañando a sus clientes en la identificación de actuaciones, la optimización técnica y económica de los expedientes y la maximización del valor de los certificados generados.
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