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Los PERTEs que marcarán el final de 2025: la gran apuesta del PERTE descarbonización industrial.

El cierre de 2025 estará marcado por una nueva oleada de proyectos estratégicos que impulsarán la reindustrialización sostenible en España. Entre ellos, el PERTE de Descarbonización Industrial destaca como la gran oportunidad para que las empresas avancen hacia una industria baja en carbono, más eficiente y competitiva.

En el contexto actual de transición energética y reindustrialización, los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTEs) se consolidan como uno de los principales instrumentos del Gobierno para canalizar los fondos europeos hacia la economía productiva. No son simples líneas de ayuda, sino mecanismos de cooperación público-privada que impulsan transformaciones estructurales en sectores clave, combinando financiación pública e inversión empresarial. Su efecto tractor favorece la modernización tecnológica, la sostenibilidad y la competitividad industrial.

Tras varios ejercicios del Plan de Recuperación, la política de PERTEs entra en una fase decisiva. En 2025, el Gobierno ha acelerado las convocatorias para consolidar el cierre de proyectos vinculados a los fondos Next Generation. En este escenario, el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC IV) se consolida como referencia para el tejido industrial, reforzando la electromovilidad y una industria automovilística más innovadora y descarbonizada.

Sin embargo, el foco de final de año estará en la gran apuesta: el PERTE Descarbonización Industrial, un reto que marcará el futuro de la industria española y ante el que las empresas deben posicionarse con anticipación y estrategia. En este contexto, las convocatorias activas y las que están por venir no solo ofrecen financiación, sino también la oportunidad de acelerar la transformación del modelo productivo hacia un horizonte más eficiente, digital y sostenible.

PERTE Descarbonización Industrial: la oportunidad clave para la industria española

El gran protagonista de esta nueva fase es el PERTE Descarbonización Industrial, con un papel estratégico en la transformación energética del país. Su impacto afectará a sectores de alta intensidad energética (como cemento, acero, cerámica, química, vidrio o papel), donde la reducción de emisiones exige inversiones tecnológicas profundas y sostenidas.

Este PERTE se enmarca en la estrategia nacional de transición justa y persigue reducir la dependencia de combustibles fósiles, incrementar la eficiencia energética y promover la sustitución progresiva por fuentes renovables y procesos eléctricos. Para ello, se prevé una combinación de subvenciones directas, préstamos reembolsables y apoyo técnico destinado a proyectos transformadores de gran escala.

Las líneas de actuación incluyen la electrificación de procesos productivos, la implantación de tecnologías de hidrógeno renovable, la captura, uso y almacenamiento de CO₂ (CCUS) y la digitalización avanzada para mejorar la eficiencia y trazabilidad industrial. También se valorarán iniciativas que fomenten la economía circular, la gestión eficiente de residuos y la recuperación de calor residual.

Se prevé que movilice más de 3.000 millones de euros en inversión pública y privada, con un fuerte efecto tractor sobre la cadena de suministro y un impacto directo en la competitividad de las empresas del sector. Este PERTE no solo promueve la reducción de emisiones, sino que también actúa como catalizador de innovación, impulsando el desarrollo de tecnologías limpias, nuevos modelos de negocio energético y ecosistemas industriales más resilientes.

Su vinculación con los Certificados de Ahorro Energético (CAE) permitirá, además, que las empresas moneticen los ahorros energéticos derivados de sus actuaciones, reforzando la sostenibilidad económica de los proyectos. En definitiva, el PERTE Descarbonización Industrial representa la gran oportunidad para que las empresas españolas lideren la transición hacia una industria baja en carbono y altamente competitiva, alineada con los objetivos europeos de neutralidad climática y con la hoja de ruta del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

PERTE VEC IV: impulso renovado para la movilidad eléctrica en España

En este marco de oportunidades, el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC IV) se presenta como una de las convocatorias más relevantes para la industria española en 2025. Tiene como objetivo reforzar la cadena de valor del vehículo eléctrico, impulsando la fabricación nacional de automóviles de nueva generación y la producción de componentes, baterías y sistemas digitales. Con ello, pretende consolidar la posición competitiva de España en la movilidad eléctrica europea y acelerar la transición hacia un modelo productivo más sostenible y alineado con la neutralidad climática.

El VEC IV aprovecha el aprendizaje de las ediciones anteriores y responde a la necesidad de fortalecer el ecosistema industrial de la automoción, incorporando la innovación tecnológica como elemento central. En este sentido, los proyectos que integren nuevas plataformas de software, inteligencia artificial o soluciones avanzadas de conectividad serán especialmente valorados. Además, impulsa el desarrollo de infraestructura de recarga rápida y sistemas de gestión energética, esenciales para extender la electromovilidad a gran escala.

A diferencia de ediciones previas, el PERTE VEC IV amplía el espectro de perfil de empresas beneficiarias e introduce novedades en elegibilidad y modalidades de ayuda. Además de los grandes fabricantes, podrán participar proveedores intermedios, pymes tecnológicas, start-ups industriales y empresas de servicios auxiliares. También se simplifican los procedimientos y se flexibilizan los requisitos para consorcios, permitiendo que proyectos de menor tamaño —siempre que generen impacto en la cadena de valor— accedan a la financiación.

Las ayudas se orientan a proyectos de innovación y sostenibilidad, como la electrificación de procesos, la automatización avanzada, la eficiencia energética en plantas de fabricación o la implantación de tecnologías digitales para optimizar la trazabilidad y el mantenimiento. Asimismo, incluye la logística inteligente y la conectividad digital, factores decisivos para la competitividad de la cadena automovilística.

Entre las tipologías de actuaciones elegibles destacan: la producción de baterías y componentes electrónicos, el reciclaje de materiales críticos, el desarrollo de software, las plataformas de movilidad conectada y las mejoras energéticas en instalaciones industriales. El perfil de empresa más competitivo será aquel que combine capacidad tecnológica, solvencia industrial y alineación con los objetivos de descarbonización y digitalización.

El éxito en el PERTE VEC IV dependerá, de la anticipación estratégica y de la capacidad para estructurar proyectos sólidos, colaborativos y orientados al largo plazo, en un ecosistema industrial en plena transformación.

Los próximos PERTEs amplían el foco: Agua y Agro 3

Junto al impulso de la movilidad eléctrica, otros PERTEs se encuentran en desarrollo para completar el mapa de inversión pública del año. El PERTE Agua, orientado a la digitalización del ciclo hídrico, busca modernizar la gestión de un recurso cada vez más crítico, promoviendo sistemas de monitorización inteligente del consumo, la reutilización y depuración avanzada y la reducción de pérdidas en redes de abastecimiento. Esta iniciativa tendrá especial impacto en municipios, empresas gestoras del ciclo integral y sectores industriales con un alto consumo hídrico, contribuyendo a reforzar la resiliencia frente al cambio climático.

A su vez, el PERTE Agro 3 pondrá el foco en la sostenibilidad agroalimentaria, combinando innovación tecnológica, eficiencia energética y prácticas de economía circular. Entre sus líneas destacadas se prevé la promoción de tecnologías de riego inteligente, valorización de subproductos y modernización de instalaciones agrícolas. Con ello, pretende mejorar la productividad del sector agroalimentario español, reducir su huella ambiental y reforzar la seguridad del suministro en un entorno global cada vez más competitivo.

Ambos programas, actúan como pilares complementarios dentro del objetivo común: acelerar la transición hacia una economía más eficiente en recursos y baja en carbono.

CAE y PERTEs: una alianza estratégica para maximizar la financiación industrial

En este contexto de aceleración de programas y fondos, las empresas deben articular distintas vías de financiación para maximizar el retorno de sus inversiones en eficiencia y sostenibilidad. Una de las herramientas más relevantes es el sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), una iniciativa que ipsom impulsa activamente y que permite monetizar los ahorros energéticos derivados de actuaciones verificadas.

Lejos de ser un mecanismo aislado, los CAE son un complemento natural del PERTE Descarbonización Industrial, al aportar rentabilidad y credibilidad técnica a las inversiones. Al certificar los ahorros obtenidos, los CAE permiten que las empresas integren incentivos estructurales y retornos directos en sus proyectos, mejorando su viabilidad económica y reduciendo los plazos de amortización.

Cabe destacar que, diseñar los proyectos desde el inicio con una visión integral resulta esencial para garantizar su trazabilidad, la coherencia técnica y el cumplimiento normativo. En el caso del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), las primeras actuaciones generadoras comenzarán a caducar en enero de 2026, por lo que la anticipación en la ejecución de inversiones será determinante para maximizar el retorno económico y energético. Integrar medidas de eficiencia certificable con ayudas estructurales permite a las empresas avanzar en su transición energética con una planificación sólida, sostenible y coordinada en el tiempo.

En este sentido, el binomio PERTE–CAE representa una fórmula eficaz para financiar la descarbonización industrial. Mientras los PERTEs aportan apoyo estructural y financiación directa, los CAE ofrecen liquidez y rentabilidad inmediata, permitiendo que los proyectos sean más sólidos, medibles y sostenibles a largo plazo.

La clave para liderar los proyectos de eficiencia y descarbonización

El diseño de estrategias integradas de inversión y eficiencia energética depende no solo de identificar ayudas, sino también de la preparación técnica y organizativa de cada empresa. En un entorno con convocatorias exigentes y plazos ajustados, anticiparse es el factor diferencial. Las organizaciones que planifican con tiempo su participación en los PERTEs, especialmente en el PERTE Descarbonización Industrial, logran proyectos más sólidos y con mayores garantías de financiación.

El primer paso consiste en realizar auditorías energéticas y diagnósticos técnicos que identifiquen áreas de ahorro y definan actuaciones de alto impacto. Después, conviene modelar el retorno de la inversión, considerando costes energéticos evitados, ingresos por CAE y subvenciones posibles. La formación de consorcios estratégicos también es clave, fomentando la colaboración entre fabricantes, tecnológicas y centros de investigación.

Asimismo, la planificación del calendario es fundamental. Preparar la documentación técnica, los estudios de viabilidad y las validaciones con antelación evita cuellos de botella y facilita la adaptación a las bases específicas de cada convocatoria. Las empresas que entienden la preparación anticipada como una inversión estratégica no solo aumentan sus probabilidades de éxito, sino que también consolidan una visión a largo plazo de su transición energética y su posicionamiento competitivo en el nuevo marco industrial sostenible.

ipsom, el socio experto para convertir la descarbonización en rentabilidad

La apertura de nuevos PERTEs como el PERTE Agua y el PERTE AGRO, y en particular del PERTE Descarbonización Industrial, junto al avance del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), configuran un escenario excepcional para que las empresas den un paso decisivo hacia la competitividad sostenible. Los fondos disponibles y los mecanismos de certificación del ahorro permiten transformar los proyectos de eficiencia y modernización industrial en una palanca real de crecimiento económico.

ipsom se consolida como el aliado experto para acompañar a las empresas en todo el proceso, desde la identificación de oportunidades hasta la gestión de ayudas y la certificación de ahorros. Integrar ambos instrumentos permite optimizar inversiones, reducir costes energéticos y reforzar la posición de mercado.

El momento es ahora: cada inversión inteligente puede traducirse en ahorro, rentabilidad y progreso sostenible. Contacte con nuestros expertos y dé el siguiente paso hacia la descarbonización industrial.

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