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Sector Industria extractiva

La industria extractiva tiene una intensidad energética elevada, de forma que incluso pequeñas mejoras en el uso de la energía producen retornos económicos considerables.

La mayoría de industrias dedicadas a la extracción de minerales se encuentran en una situación privilegiada, al haber subido espectacularmente el precio de la mayoría de minerales en los últimos años.

Para aprovechar mejor la situación actual y maximizar los beneficios, es muy recomendable la mejora energética en los equipos existentes. Estos suelen tener regímenes de funcionamiento muy elevados (mayores a 5.000 horas anuales) y en ocasiones el mantenimiento o las condiciones de funcionamiento no son los adecuados, por lo que los periodos de retorno de la inversión suelen ser menores a 5 años.

Una empresa de este sector suele tener un consumo muy elevado en sus hornos de secado, que normalmente se sitúa entre el 70 y 95% del total de consumo de la planta.

A continuación se exponen las principales oportunidades de ahorro energético en los principales sistemas existentes:

Ventiladores, trituradoras, cintas transportadoras, etc.

Es habitual encontrar motores con más de 10 años de funcionamiento casi ininterrumpido y con bajos rendimientos. Su sustitución puede obtener mejoras de rendimiento entre un 3% y un 8%.

En caso que el régimen de funcionamiento de los motores no sea habitualmente el nominal, la instalación de variadores de frecuencia permite obtener ahorros de hasta un 30%.

Hornos de secado

En este tipo de industrias no es extraño encontrar los hornos de secado mal aislados. La mejora de los aislamientos permite obtener ahorros significativos en el consumo de gas natural.

Otra opción muy recomendable es la instalación de recuperadores de calor para devolver una parte del calor presente en los gases de combustión al horno. En este caso, el ahorro en gas natural puede alcanzar valores superiores al 30% y periodos de retorno de la inversión inferiores a 3 años.

Cogeneración

La cogeneración consiste en la generación conjunta de energía térmica y eléctrica.

Los motores o turbinas de cogeneración se suelen dimensionar para cumplir con las especificaciones de potencia requerida por el horno, mientras que la electricidad generada se puede utilizar en la misma planta, o bien venderla e introducirla en la red de distribución. Esta última opción, aunque requiere de trámites administrativos complejos, puede reportar ingresos económicos importantes. En este caso, una vez en marcha el sistema de cogeneración, el periodo de retorno de la inversión suele ser inferior a 2 años.

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